Nosotros, ¿qué hacíamos hasta la órbita de Neptuno? ¿O era él quien se coló a la nuestra? No importaba ya. Su tamaño y gravedad nos sacaría de órbita. En su majestuosa y hermosa presencia azul, en la quietud y silencio de todas las noches, solo pude ver el preludio de nuestra aniquilación.
Javier
Maestro en Ciencias de la Computación (UNAM). Durante mucho tiempo interesado en la difusión del pensamiento crítico, la ciencia y el escepticismo. Estudioso de la inteligencia artificial, ciencias cognitivas y temas afines.
Hola, de que se trata este artículo? Saludos!
Era simplemente la reseña de un sueño que tuve aquella vez.