No hay por qué temer que, por volverse racional, uno vaya a quitarle el sabor a su vida. Al contrario, dado que el principal aspecto de la racionalidad es la armonía interior, el hombre que la consigue es más libre en su contemplación del mundo y en el empleo de sus energías para lograr propósitos exteriores que el que está perpetuamente estorbado por conflictos internos.
Bertrand Russell
Una frase de Bertrand Russell encaminada a mostrar como la racionalidad no es enemiga de la pasión, el gozo o la sensibilidad. Por el contrario, es su aliada. La racionalidad no como antagonista de la emoción, sino como herramienta a su alcance para lograr su máximo esplendor.