He sido un chico en busca de aventuras de pirata. ¡He sido pirata!, buscando el tesoro de Big Whoop. También salvé al mundo de una conspiración neo-templaria. Me enfrenté a un tentáculo superinteligente que casi logra conquistar la Tierra. Y visité un planeta extraterrestre que me deparó grandes sorpresas.
No. No leí un libro ni vi una película. Realmente tomé las decisiones adecuadas para realizar todas esas cosas, aunque algo es verdad: no estuve exactamente en otro planeta ni caminé largas leguas en pos de un tesoro enterrado (¿quién dijo que tendría que estar enterrado?) Pero las viví como si fuera yo mismo. Jugué aventuras gráficas.
Las aventuras gráficas son un casi abandonado género del entretenimiento lúdico digital. Tuvieron su apogeo en las décadas de 1980 y 1990. Con gráficos rudimentarios nos contaban una historia de la que éramos participes de forma literal. Nosotros éramos el protagonista y hacíamos girar la rueda de la trama y la historia.
No era difícil tomar cariño de los personajes, los lugares, los acertijos, el humor o las conversaciones. De igual forma, por momentos la desesperación y el estancamiento nos tomaban presos, al no poder encontrar la solución a un problema particular. ¿Quieres vivir la experiencia?
Experimentar otros mundos
A pesar de que la gran mayoría de aventuras gráficas se diseñaron para computadoras y sistemas antiguos, es posible revivirlos gracias al esfuerzo de muchos voluntarios que han puesto su empeño en recrear el software que permite su ejecución. En particular, hablo de ScummVM. Un programa que nos permite jugar antiguas y no tan antiguas aventuras gráficas.
Instalarlo es muy sencillo: visita http://scummvm.org, y descarga la versión adecuada a tu sistema operativo o dispositivo. Si tienes Linux, es muy probable que ya se encuentre disponible en los repositorios de tu distribución.
Para jugar hacen falta también los archivos originales de los juegos a ejecutar. Si ya los posees en algún olvidado disquete, no dudes en desempolvarlo y traerlo de nuevo a la vida. Como sea, sabemos que no faltarán lugares para rescatar ese antiguo software que, aunque adquirido legítimamente, nunca nos tomamos la molestia de sacar una copia. Me entienden, ¿no? ;)
Recomendaciones
Jugar aventuras gráficas en los noventa y hacerlo ahora en los dos miles, son experiencias diferentes porque, aunque sea de lejos, todos conocemos los espectaculares gráficos de los juegos actuales, ¿cómo suplen las aventuras gráficas ese ritmo vertiginoso y ese realismo audiovisual? Quizá el enigma quede resuelto al final de estas líneas.
Se trata de un subgénero de videojuegos para computadora, «narrado» en tercera persona y orientado a la resolución de puzzles. La interacción usualmente consiste en una barra en la pantalla con verbos en infinitivo para acciones como «Agarrar», «Usar», «Empujar», etc., que deben combinarse con objetos y personas. En muchas aventuras esto es ¡Silente!, sólo con música de fondo, en otras pueden escucharse voces de personajes. A continuación impresiones de aventuras gráficas imprescindibles:
The Secret of Monkey Island
(LucasArts, 1990)
Guybrush Threepwood es un chavo que quiere ser pirata, no sabemos quién fue antes ni quién será después de la aventura, eso es una premisa indiscutible de cualquier aventura. Como aspirante debe buscar piratas que lo respalden y buscarse sus propias pruebas y problemas de pirata. Este es un hermoso y entrañable juego que reúne lo más atractivo de las aventuras gráficas: la arquitectónica de sus retos, el sentido del humor y la verosímil construcción del mundo. Los villanos tienen a su propio villano, sus monedas, su bebida… todo sucede entre un pueblo de rufianes buenos y barcos destartalados que parodian, a manera de homenaje, a las historias de piratas. La diferencia con otros juegos es que no tiene voces, el jugador debe leer los diálogos con música de fondo lo cual es ¡encantador!
Monkey Island 2: Le Chuck’s Revenge
(LucasArts, 1991)
El regreso del antagonista para vengarse de Guybrush es casi un pretexto para continuar la historia. Es una segunda parte en que nuestro pirata sigue deshonrado, confundido y rodeado de personajes que no le ayudan mucho. El ambiente de la primera parte prevalece, el jugador se sentirá sorprendido de dejar su computadora con ruido de espadas e insultos de piratas en su mente, porque todo está en su imaginación.
Indiana Jones and the Fate of Atlantis
(LucasArts, 1992)
Los enigmas a resolver son impredecibles y un poco rebuscados. Tiene toda la onda de las películas, con la personalidad de Indiana, las trampas y el tipo de grandes misterios que debe resolver (encontrar el Santo Grial o la Atlántida, como aquí). Tiene una compañera que muchas veces ayuda con sus opiniones porque son frecuentes los bloqueos mentales del jugador. Igual que los otros tiene un menú de interacción.
Day of the Tentacle
(LucasArts, 1993)
Secuela de otro famoso juego llamado Maniac Mansion, que se desarrolla en la mansión de la familia Edison, donde Bernard y dos de sus amigos deben salvar al mundo de un super inteligente y despiadado tentáculo. Para ello viajarán accidentalmente a diferentes momentos de la historia cada uno, ayudándose mutuamente a través de las épocas.
Sam & Max: Hit the Road
(LucasArts, 1993)
Situaciones surrealistas, diversión asegurada. Sam & Max son un perro y un conejo investigadores a los que se ha encomendado un misterio. La búsqueda los llevará a lugares insospechados, pasando por una feria, la bola de hilo más grande del mundo y más. Irreverente y divertida, exige a tu mente idear las más alocadas soluciones a los problemas que enfrentas.
The DIG
(LucasArts, 1995)
Relato de ciencia ficción, un poco más serio que las aventuras típicas, basado en una idea de Steven Spielberg. Nos encontraremos con un fascinante descubrimiento realizado en un asteroide que amenaza con destruir la Tierra y terminará por llevarnos muy, muy lejos…
Broken Sword. The Shadow of the Templars
(Revolution Software, 1996)
La historia de George Stobbart lo tiene todo: asesinatos, pesquizas, viajes, templarios y mapas. Deja claros los objetivos y paulatinamente se desarrolla la personalidad de Georgie, mezcla de pícaro y héroe por accidente. El sentido del humor del juego y las ingeniosas respuestas del protagonista ante los equívocos del jugador, hacen que sea más ligero el fallo-acierto por el cual hay que atravesar. Visualmente es muy hermoso y la trama es emocionante.
Broken Sword 2. The Smoking Mirror
(Revolution Software, 1997)
Esta vez, George Stobbart aparace acompañado de Nicole, una periodista francesa que en la primera parte tenía un papel secundario. La aventura transcurre en la búsqueda del espejo humeante de Tezcatlipoca que en el juego es un dios maya que hay que buscar en el Caribe (pero no vamos a cuestionarle sus fallos, que nadie va a jugarlo para aprender historia o mitología precolombina). La dificultad no aumenta y si no se conoce el anterior, la jugabilidad permanece intacta, sin embargo, el apego del jugador a los personajes sí se incrementa y hace más agradables los momentos de incertidumbre.
Conclusiones
Si te gusta leer y deseas explorar algo nuevo, eres paciente e imaginativo, disfrutas la diversión y transportarte a otros lugares, encariñarte con los personajes, ¡o mejor!, ser uno de ellos, no dudes en adentrarte a las aventuras gráficas. Este es sólo un muy pequeño muestrario de lo que tiene para ofrecerte. ¿Cómo compiten en cuanto a diversión con los juegos actuales? Convirtiéndote en un participante activo de la historia, haciéndote re-creador de la historia y despertando tu ingenio más allá de lo predecible.
Si deseas conocer una aventura gráfica gratis y sin meterte en problemas de piratería, puedes iniciar con Beneath a Steel Sky, liberada por sus creadores de Revolution Software.
¡Feliz aventura!
Escrito en colaboración con Jojana.
